viernes, 9 de enero de 2009

CANDIDATOS Y ELECCIONES EN LA UASD

En las elecciones universitarias para la escogencia de sus máximas autoridades se presentan varios tipos de candidatos aspirando a ocupar el puesto de Rector, y a los demás cargos electivos.

Me gustaría que los verdaderos académicos –me refiero a los docentes decentes, no a los politiqueros que viven de los engaños- me ayudaran a elaborar una tipología, y que expresaran sus opiniones sobre como se debe normar en el Estatuto Orgánico de la UASD –en caso de ser reformado- lo concerniente a quién puede ser Rector.


Por mi parte presento mi tipología de los candidatos:


  1. Candidato/a real, es decir, que reúne las condiciones de probidad moral, capacidad académica, cumple con los requisitos legales, se inscribe y termina apareciendo en la boleta electoral.
  2. Pseudo-candidato/a, es el que reúne alguna de estas condiciones pero que nunca aparece en la boleta electoral, solamente saca la cabeza después de armar cierto alboroto en el recinto seguido por un grupo minúsculo de docentes que lo aplauden hasta el éxtasis y el delirio aunque conscientes de que su candidato/a terminará haciendo una ventajosa negociación que le permitirá controlar importantes cargos bajo la firme convicción de que en la elecciones universitarias es mejor es mejor ser cabeza de ratón que cola de León
  3. El candidato/a maniquí, con meritos limitados y pobre vocabulario que es una expresión de pobreza intelectual, pero que es capaz de vender su “figura”, sobre la base de una publicidad sistemática que lo vende como el nuevo Mesías que resolverá los problemas de la academia. Es el fruto del merchandising.
  4. El candidato del partido o de los partidos. Es aquel/la lanzado/a por una o varias fuerzas políticas, que casi siempre tiene una fuerte tasa de rechazo de parte de los “opositores políticos”, pero que termina siendo financiado por su partido que coloca en sus manos incontables recursos financieros, millones, para terminar casi siempre siendo derrotado por otro. Pero sí gana, la Universidad estará gobernada por el Comité político del partido triunfador durante tres años, y casi siempre lo primero que hace el partido es nombrar a todos sus militantes en importantes cargos administrativos bajo el subterfugio de “empleado por contrato”, que termina siendo incluido en una nomina cada vez mas extensa y cara.
  5. El candidato oportunista es el que está inscrito en todos los partidos, asiste a todas las iglesias, tanto usa la boina con el icono del Ché Guevara como el traje formal, que lo lleva cuando visita al Cardenal para besarle su sagrada mano. No tiene ideología, ni partido, es “blanco-morado-colorado”, protesta con los estudiantes, y luego los denuncia como radicales. Les promete un aumento de sueldo a los docentes y luego los acusa de ser unos “vagos comecheques”.
  6. El candidato demagogo, parecido al anterior, pero que promete resolver todos los problemas de todos los sectores, y termina viajando y viajando, cobrando sus dietas y viáticos, engañando a todos/as.

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